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7 Los centros educativos son espacios ideales para llevar a cabo programas de educación en materia de salud, ya que son los entornos directos de estos niños, niñas y adolescentes. En consecuencia, diferentes intervenciones escolares se han utilizado para el tratamiento y la prevención de una serie de problemas de salud , como la obesidad, la diabetes, el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, el abuso sexual, la depresión, la ansiedad, el suicidio y los trastornos alimentarios (Amini y cols., 2015; Hennessy y cols., 2015). Las intervenciones escolares también se han utilizado para promover una gama más amplia de comportamientos relacionados con el equilibrio energético, como la actividad física, el tiempo sedentario, la alimentación saludable y la duración del sueño (Sevil y cols., 2019). A menudo, los programas de promoción de la salud implementados en las escuelas se ofrecen como parte del plan de estudios habitual (Peters et al., 2009). La adolescencia se considera el mejor periodo para educar en temas de salud . Muchos comportamientos de riesgo para la salud aumentan durante este periodo de la vida y contribuyen a las principales causas de morbilidad y mortalidad entre jóvenes y personas adultas (Peters y cols., 2009). Por todo ello, la adolescencia se considera un momento crucial para intervenir y frenar el camino de los malos hábitos y hacia la mala salud en la edad adulta. Sevil y cols. (2019) argumentan que muchas de las intervenciones de salud en los centros educativos se han centrado en trabajar con temas como espacios para promover estilos de vida
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