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19 apoyo social de la familia y las amistades se asocia positivamente con la actividad física en la adolescencia temprana y tardía. Sin embargo, las amistades se vuelven cada vez más influyentes en comparación con las personas adultas (es decir, padres, madres y profesorado) (Mendonça y cols., 2014). Aunque la asociación entre la actividad física de los y las adolescentes y el apoyo del docente ha demostrado ser ambigua (Mendonça et al., 2014), existen pruebas de que los y las estudiantes son más activos físicamente fuera de la escuela si se ha creado un entorno de aprendizaje en las clases de Educación Física que apoye sus NPB y, por lo tanto, el desarrollo de la motivación intrínseca hacia la actividad física (Kalajas- Tilga y cols., 2020). Teniendo en cuenta que los comportamientos positivos en el estilo de vida, como la participación en actividades físicas diarias, comienzan durante la infancia y la adolescencia y tienden a prolongarse en la edad adulta, es crucial promover la actividad física en el ámbito educativo. Además, la inactividad física de niños, niñas y jóvenes ya ha sido reconocida como una pandemia mundial (Kohl y cols., 2012). A continuación, se muestran una serie de recomendaciones basadas en pruebas científicas, para promover el éxito en la participación en actividades físicas. Estos consejos pueden ser útiles para el profesorado, así como para familias y profesionales del mundo deportivo.